CALLES, CALLES, RÍO Y ECOLOGÍA.
Yo también
voy a realizar una reflexión, que parece que está de moda.
Vivo en una
ciudad, o así
la llaman, aunque hay veces que a mí me gusta como a otras personas llamarla PUEBLO, no sé, es más cariñoso.


Años
nos hemos pegado los ciudadanos pidiendo actividades en la calle, espectáculos,
darle vida a la calle, incluso en momentos en los que se ha necesitado todos
hemos dicho eso de vamos a tomar las calles, pues las calles de pueblo o una
ciudad están para eso para darles vida, y tenéis la valentía de dar datos y
preocuparos de todo esto?
Cuando
en nuestra ciudad hay otros puntos donde verdaderamente necesitamos
preocuparnos por la ecología, la naturaleza y nuestra salud, NUESTRO RIO EBRO.
Una
arteria natural que alimenta nuestra ciudad, del cual poco o nada se habla,
enfermo, en algunos tramos cercanos a nuestra ciudad, vivo y en perfectas
condiciones en otras, una de las venas que lo alimenta y pasa por debajo de
nuestra ciudad es su afluente el rio Queiles, que menos mal que está tapado,
este no está enfermo, está verdaderamente contaminado, solo hay que acercarse a
su desembocadura para olerlo, al igual que el rio Mediavilla, el olor es
espantoso,
Todo
ello desembocando en el centro de un gran pulmón de la ciudad, el Paseo del
Prado, un lugar emblemático, bonito, con unas orillas al rio fantásticas, eso sí
llenas de porquería, impracticables, donde casualidad, y no me opongo sino todo
lo contrario, se colocan las ferias de fiestas, contaminación lumínica, sonora
y basura, basura a raudales, no me extenderé, pues son siete días necesarios
para nuestra ciudad y después de esos siete días, los cormoranes, las gracetas comunes,
los martin pescadores, los patos, vuelven a su hábitat natural, vuelven a sus
domicilios y la porquería que se deja en el prado se ¨limpia¨ aunque después de
365 días siga habiendo boletos de la feria por las esquinas.
Con todo ello que quiero
reflexionar. Pues lo siguiente, parece ser que algunos colectivos quieren traer
el campo, la naturaleza, el monte a la ciudad, pues en nuestra ciudad, vuelvo a
repetir, hay lugares espectaculares de los cuales preocuparse, de los cuales
los ciudadanos no podemos disfrutar, por la dejadez existente, la contaminación
real y ni veo ni oigo a esos colectivos plantarse ni crear opinión, ( durante
este año se pueden contar con los dedos de la mano, personas y colectivos que
denuncian el estado del rio y sus orillas y parajes), pues dejemos que las
calles tomen vida, que sean un lugar de esparcimiento, de trato, convivencia,
disfrute, de ocio, de negocio, lugares de charla y un montón de cosas más , que
las calles son urbanas preocuparse más por los tesoros naturales de nuestra ciudad
y sobre todo de nuestros ríos, que son vida y si los seguimos matando,
estaremos abocados a morir con ellos, al igual que las zonas de naturaleza viva
de nuestra ciudad, Sta. Quiteria, corazón de Jesús y todos los parques y zonas
verdes que están muriendo en nuestra ciudad, tan preocupada por crear un
concepto de naturaleza urbana, una verdadera incongruencia.