Por fin y gracias entre otras personas a mi amiga Selma Palacin, por fin los astros se alinearon y realizamos una idea que llevamos un par de años barajando.
Para ello contábamos con la asistencia del Club MONKAYAK de piraguismo, los amigos del club BAIX CINCA de Fraga y nosotros mismos, C.P. TEAM-MARMOL.
La mañana del 22 de octubre, amaneció fresquilla, con un ligero cierzo que nos alegro un poco dicha mañana, pues el descenso es a favor de aire y el cierzo nos ayudaría.
El embarque fue algo, una vez llegados a Castejón, en las inmediaciones de la Central Eléctrica de Ciclo Combinado, el paraje espectacular, las vistas al rió también, un lujo que tenemos en la RIBERA DE NAVARRA algo olvidado, una pena.
Esta frase es algo que se repetirá en este reportaje, bastante, a nuestro pesar.
Bueno en esta magnifica zona embarcamos, eso sí, de uno en uno, pues la cosa no da para mas, unas escaleras que dan acceso a un mundo maravilloso, el de nuestro río Ebro, con una gran pendiente y teniéndose que meter una persona en el río, con el agua por la rodillas, que toda la chavaleria pudiera embarcar, un rato muy majo,pues la verdad, la mañana no estaba para mojarse, realmente,pero bueno, en peores plazas hemos toreado, verdad? .
Bueno pues todos en el río, las vistas empiezan a cambiar, agua limpia, se ven los fondo,¿ increíble?, no cierto, bueno seguimos, reunión de piraguistas en el agua , pues como os digo el embarque fue de uno en uno, empezamos el descenso, agua tranquila, limpia, los sotos y la orillas preciosos, comienza nuestra aventura, al poco de salir con las primeras paladas el cuerpo se empieza a calentar y llegamos a el puente de la autopista. si verlo en aquel anuncio de un carburante era bonito, no te digo nada desde abajo, majestuoso, te sientes pequeño, son las cosas que te da el río, seguimos río abajo, ayudados por la corriente y el cierzo, pero claro, hay que remar, van pasando los kilómetros y las vistas nos hacen disfrutar, olvidandonos del cansancio, una colonia de garcetas comunes, nos esperan posadas en un árbol,esperan para echar a volar que estemos muy cerca, en las orillas se aprecian esos nidos que los Martines pescadores realizan en la tierra, el agua sigue estando clara, limpia, las algas hacen de las suyas en nuestras embarcaciones, nuestras proas, van cargándose de ellas, tenemos que parar y contra remar, es la única manera de que las puedas quitar solo, es el único inconveniente que le vamos al río de momento, llegan los primeros rápidos, valiente la chavaleria se tira por ellos, un disfrute mas que nos da el río, pasamos también por zonas de agua tranquila,
donde los meandros que realiza el río son espectaculares, los colores que nos ofrece el otoño son muy bonitos, permitirme que lo diga, PRECIOSOS,esos cambios de colores en las chopera de la zona no dejan a nadie indiferente.
la travesía continua, llegamos a la altura del motarron de Argedas, nos mezclamos con la fauna del río, bandadas de cormoranes nos salen a saludar, sus brillantes plumajes, se dejan ver, entre los rayos del sol y su chapuzones en el agua, difícil es verlos una vez que se sumergen en el río, pues entran aquí y salen allá. todo un espectáculo.
Como os decía los colores son preciosos, en las fotos podéis apreciar los diferentes colores que nos dan nuestras riberas, las choperas de ribera, una gama de colores preciosa, vista desde el agua, junto con la inmensidad que te aporta el rió, es digno de contar, pero mas de ver.
Siguen pasando los Km, nos damos una sorpresa, a la altura de la isla que se ubica entre la presa de las norias y el motarron de Arguedas, el agua cambia de color, de navegar en unas aguas limpias, pasamos a unas aguas oscuras,marrones, feas, nos preguntamos el por qué, la conclusión es clara, la estanquedad del agua , el agua apenas se mueve, sin darnos cuenta estamos cerca de la presa de las norias. no quedan metros, todavía quedan unos km, pero que el agua no circula con su naturalidad se hace patente, incluso remando lo notamos, cuesta mas remar, pero el espectáculo de la naturaleza sigue siendo precioso, se avistan los montes de las bardenas a nuestra izquierda y a la derecha divisamos Moncayo. eso quiere decir que estamos llegando a la parada técnica que teníamos prevista, la presa de la Norias, parece que no llegamos nunca, por fin la divisamos, lo notamos en que el agua coje dureza, las algas, esas fea que vemos desde el puente de Tudela, proliferan, vemos mas aves, Garzas comunes, que nos saludan al pasar y tomamos la decisión de por donde desembarcar, somos muchos y donde creíamos que lo haríamos, no es posible, con el cierzo soplando no podemos arriesgar a parar en esa zona, quedando todos al pairo con los barcos pegándonos el aire, la decisión fue acertada. protegidos por la orilla desembarcamos en la zona donde antiguamente estaba el puerto de la presa, en donde esta la antigua central eléctrica, el porteo de los barcos se hace un poco complicado, parece que no estamos en el Ebro, la sensación es que estamos en un río amazónico, si no seria por los metros cúbicos de hormigón que hay en la presa, que echaron para recrecerla, cuando realizaron la central eléctrica nueva que hay al otro lado del rió, una pena, una gran chapuza, a mi modo de ver.
Pues bueno, lo dicho, parada técnica, beber un poco, comer, un rato de charla y vuelta a embarcar, se nos hace tarde, salir de la presa de Las Norias, es muy bonito, pasas en un momento de ir remando por lo que parece un río pequeño, envuelto por una gran vagueación, a la inmensidad que nos da este gran río, en esta zona el agua cambia de color, un verde que da la vagueación, el agua esta algo mas limpia, la prueba es que nuestras palas al sumergirlas en el agua, se ven, se nota que llegamos a la civilización, empieza a ver mucha porquería en las orillas, botes, garrafas, plásticos, de todo, divisamos el puente románico de Tudela, se va haciendo mas y mas grande según llegamos a él.
El mismo puente nos indica que nuestro descenso termina. llegamos al embarcadero Merche Marin, ahora si. terminamos, sacamos las embarcaciones del río, pero nos queda algo fundamental, tenemos que subir otra vez a Castejón, recoger el carro y los coches que allí se quedaron.
esto nos sirve para charlar sobre el descenso, se sacan las conclusiones, un descenso bonito, practicable, tanto para el recreo como la competición, tenemos agua, ha sido la gran sorpresa para esta época, como competición seria una prueba muy interesante para un descenso de ríos, eso si la distancia un poco larga 22 kilómetros, el porteo de la presa habría que trabajarlo, así como la zona de embarque en Castejon, vamos todo positivo, salvo la cantidad de porquería que , una vez llegados a las zonas donde el rió linda con la civilización tiene.
Trataremos de estudiar mas en profundidad este nuevo reto deportivo, EL DESCENSO DE CASTEJON A TUDELA, seria bonito volverlo a poner en marcha, no obstante, a nivel turístico lo ofertaremos esta temporada, MERECE LA PENA.
gracias por la colaboración a el Club Monkayak de Zaragoza, Baix Cinca de Fraga, a Leyre por estar ahí, a Selma Palacin por su interés, involucrarse de estas maneras y por su tesón.
La mañana del 22 de octubre, amaneció fresquilla, con un ligero cierzo que nos alegro un poco dicha mañana, pues el descenso es a favor de aire y el cierzo nos ayudaría.
Bueno pues todos en el río, las vistas empiezan a cambiar, agua limpia, se ven los fondo,¿ increíble?, no cierto, bueno seguimos, reunión de piraguistas en el agua , pues como os digo el embarque fue de uno en uno, empezamos el descenso, agua tranquila, limpia, los sotos y la orillas preciosos, comienza nuestra aventura, al poco de salir con las primeras paladas el cuerpo se empieza a calentar y llegamos a el puente de la autopista. si verlo en aquel anuncio de un carburante era bonito, no te digo nada desde abajo, majestuoso, te sientes pequeño, son las cosas que te da el río, seguimos río abajo, ayudados por la corriente y el cierzo, pero claro, hay que remar, van pasando los kilómetros y las vistas nos hacen disfrutar, olvidandonos del cansancio, una colonia de garcetas comunes, nos esperan posadas en un árbol,esperan para echar a volar que estemos muy cerca, en las orillas se aprecian esos nidos que los Martines pescadores realizan en la tierra, el agua sigue estando clara, limpia, las algas hacen de las suyas en nuestras embarcaciones, nuestras proas, van cargándose de ellas, tenemos que parar y contra remar, es la única manera de que las puedas quitar solo, es el único inconveniente que le vamos al río de momento, llegan los primeros rápidos, valiente la chavaleria se tira por ellos, un disfrute mas que nos da el río, pasamos también por zonas de agua tranquila,
Como os decía los colores son preciosos, en las fotos podéis apreciar los diferentes colores que nos dan nuestras riberas, las choperas de ribera, una gama de colores preciosa, vista desde el agua, junto con la inmensidad que te aporta el rió, es digno de contar, pero mas de ver.
Siguen pasando los Km, nos damos una sorpresa, a la altura de la isla que se ubica entre la presa de las norias y el motarron de Arguedas, el agua cambia de color, de navegar en unas aguas limpias, pasamos a unas aguas oscuras,marrones, feas, nos preguntamos el por qué, la conclusión es clara, la estanquedad del agua , el agua apenas se mueve, sin darnos cuenta estamos cerca de la presa de las norias. no quedan metros, todavía quedan unos km, pero que el agua no circula con su naturalidad se hace patente, incluso remando lo notamos, cuesta mas remar, pero el espectáculo de la naturaleza sigue siendo precioso, se avistan los montes de las bardenas a nuestra izquierda y a la derecha divisamos Moncayo. eso quiere decir que estamos llegando a la parada técnica que teníamos prevista, la presa de la Norias, parece que no llegamos nunca, por fin la divisamos, lo notamos en que el agua coje dureza, las algas, esas fea que vemos desde el puente de Tudela, proliferan, vemos mas aves, Garzas comunes, que nos saludan al pasar y tomamos la decisión de por donde desembarcar, somos muchos y donde creíamos que lo haríamos, no es posible, con el cierzo soplando no podemos arriesgar a parar en esa zona, quedando todos al pairo con los barcos pegándonos el aire, la decisión fue acertada. protegidos por la orilla desembarcamos en la zona donde antiguamente estaba el puerto de la presa, en donde esta la antigua central eléctrica, el porteo de los barcos se hace un poco complicado, parece que no estamos en el Ebro, la sensación es que estamos en un río amazónico, si no seria por los metros cúbicos de hormigón que hay en la presa, que echaron para recrecerla, cuando realizaron la central eléctrica nueva que hay al otro lado del rió, una pena, una gran chapuza, a mi modo de ver.
esto nos sirve para charlar sobre el descenso, se sacan las conclusiones, un descenso bonito, practicable, tanto para el recreo como la competición, tenemos agua, ha sido la gran sorpresa para esta época, como competición seria una prueba muy interesante para un descenso de ríos, eso si la distancia un poco larga 22 kilómetros, el porteo de la presa habría que trabajarlo, así como la zona de embarque en Castejon, vamos todo positivo, salvo la cantidad de porquería que , una vez llegados a las zonas donde el rió linda con la civilización tiene.
